El príncipe Vlad Tepes (Luke Evans) se enfrenta a un terrible dilema: debe entregar a su hijo menor, Hunca (Art Parkinson), al sultán Mehmed II (Dominic Cooper) como tributo para evitar la invasión de su reino. Desesperado por salvar a su hijo y a su pueblo, Vlad busca la ayuda de un hechicero anciano (Charles Dance), quien le ofrece un poder inimaginable a cambio de su alma. Vlad acepta la oferta y se convierte en un vampiro monstruoso.
Con su nuevo poder, Vlad tiene la fuerza para derrotar al ejército otomano y defender su tierra. Sin embargo, su transformación tiene un precio terrible: debe luchar contra su sed de sangre y la oscuridad que se apodera de su alma.