Christian Wolff es un contador brillante y matemático prodigioso que destaca por su naturaleza extremadamente tranquila y su obsesión con el orden. Su vida parece girar en torno a los números, en los que encuentra mucho más consuelo que en las interacciones humanas. Sin embargo, detrás de su fachada de meticuloso profesional se oculta un secreto oscuro: Wolff lleva una vida paralela como asesino despiadado.
Esta doble vida le permite combinar sus habilidades matemáticas con una capacidad letal, manteniendo su identidad oculta mientras ejecuta sus misiones con precisión fría. Su tendencia a la meticulosidad y el orden, características que lo definen como contador, también se reflejan en su trabajo como asesino, donde cada movimiento está calculado al detalle para garantizar el éxito y evitar ser detectado.
El contraste entre su vida pública y privada es marcado; mientras que en su trabajo es visto como un experto en contabilidad, en su vida secreta se mueve con la misma eficiencia y precisión, pero en un mundo mucho más peligroso y violento. Esta dualidad en su existencia hace que Wolff sea una figura compleja y fascinante, atrapado entre su necesidad de orden y su inclinación hacia la violencia.