En Bolonia, en el año 1858, los soldados del Papa irrumpen en la casa de la familia Mortara para secuestrar a su hijo de siete años, Edgardo. La trama de la película se centra en la desesperada lucha de los Mortara para recuperar a su hijo tras esta acción por parte de la Iglesia Católica, que toma al niño debido a su conversión al cristianismo cuando era bebé. La familia enfrenta enormes obstáculos en su intento por reunirse con Edgardo.