En el ajetreado mundo de Metrópolis, una nueva amenaza se gestaba en las sombras. Gus Gorman, un genio de la informática con una mente brillante pero torcida, había creado una máquina capaz de transformar la Tierra en un lugar completamente nuevo, conforme a su propia visión retorcida. Gorman estaba trabajando para un magnate megalómano conocido como Ralph Warner, un empresario con aspiraciones de dominación global. Warner, deslumbrado por el potencial de la máquina de Gorman, planeaba usarla para remodelar el planeta según sus deseos egoístas.
Sin embargo, la amenaza no se limitaba a los efectos destructivos de la máquina. Warner también estaba luchando con un desdoblamiento de personalidad severo, resultado de su obsesión por el poder y el control. Esta condición lo llevaba a alternar entre su faceta pública de magnate respetable y una versión oscura y despiadada de sí mismo, que disfrutaba manipulando a otros y causando caos.