Julia Rowe, una enfermera dedicada, es contratada para cuidar a Lillian Gresham, una anciana enferma que vive en una casa aislada en el campo. La casa, rodeada de naturaleza y distancia de otras viviendas, emana un aire de misterio desde el principio. Julia comienza su trabajo con la intención de brindar un cuidado profesional, pero pronto se enfrenta a un entorno inquietante.
Durante sus primeras noches, Julia experimenta sucesos extraños: ruidos inexplicables, sombras que se mueven y una creciente sensación de inquietud. A medida que el tiempo pasa, su desconfianza se convierte en temor cuando comienza a percibir una presencia siniestra en la casa. Los objetos cambian de lugar, y Julia tiene sueños perturbadores que la hacen cuestionar su salud mental.
Determina investigar el pasado de la casa y de la familia Gresham, descubriendo documentos y fotografías que sugieren la presencia de una entidad demoníaca vinculada a la residencia. Esta entidad parece tener un interés particular en Lillian, lo que intensifica el peligro para ambas mujeres.